sábado, 24 de octubre de 2015
viernes, 23 de octubre de 2015
META
Una meta es el fin hacia el que se dirigen las acciones o deseos. De manera general, se identifica con los objetivos o propósitos que una persona o una organización se marca.
Habitualmente estos dos términos se utilizan de modo intercambiable para referirse al concepto de fin al que van orientadas las acciones de una persona o institución. En ocasiones se habla de meta o metas como pequeños pasos para alcanzar un objetivo final. Sin embargo, también se puede hablar de metas a corto plazo y a largo plazo. Por otro lado, la palabra "objetivo" está más extendida y para matizar su alcance se utilizan expresiones como "objetivos generales" y "objetivos específicos".
Etimológicamente, se puede identificar la palabra "meta" como un límite ya que se utilizaba en latín para referirse a los objetos cónicos que marcaban los extremos de la espina en los circos romanos. En este sentido, la palabra "objetivo" sería el lugar que se pretende alcanzar ya que procede de la palabra "objeto" y a su vez del latín obietus formado por el prefijo ob- (sobre, encima) y el verbo iacere (lanzar, tirar).
QUE TE MOTIVA A CUMPLIR TUS METAS
El amor a la vida
Fromm plantea la necesidad de hacer ver la poca importancia que se le está dando a vivir la vida plena y tranquilamente, como se debiera, sino más bien ir lo más rápido posible para aprovechar el tiempo lo que más se pueda. Su entrega para tratar de paliar esta situación fue evidente.
En la actualidad, rápida y sumida en el consumo voraz, donde
el ser humano se llena de cosas que muchas veces no necesita sola y únicamente
para saciar ese deseo compulsivo de consumir y por esto el hombre ha olvidado
su verdadero sentido; la búsqueda del amor. Fromm se centra en reflexionar en
concreto, aceptando las limitaciones del pensamiento abstracto y renunciando a
cualquier tipo de actitud mesiánica que se presente.
“Abundancia y Saciedad”
Lo que plantea Fromm o mas bien, da a conocer los variados
sentidos del término “consumir”; todo lo que realizamos, sin embargo esto puede
suponer un problema psicológico si se realiza de manera compulsiva y con avidez.
Puede decirse que el hombre sólo es él mismo cuando se
expresa, cuando da salida a sus potencias innatas. Esto es, el hombre tiene que
“ser”, y si eso no ocurre, si se limita a “poseer” y utilizar, hay un proceso
de codificación, decae, su vida carece de sentido y se transforma en
sufrimiento. La actividad auténtica es el auténtico goce, y ello es la
expresión de sí mismo, el crecimiento de las potencias humanas.
El consumismo
El hombre consumista o homo consumens, como lo denomina
Fromm es aquella persona que constantemente va saciando deseos, ya sea el último
televisor pantalla plana con quién sabe cuántas aplicaciones o un viaje en
crucero por el Caribe no importa, porque va costeando lujos que para muchos de
nosotros son innecesarios y que al final de cuentas, lo material deja de ser
“deseable” y pasa a ser algo más, algo que ya tenemos y, por lo tanto, ya no
anhelamos. Es aquí cuando se produce el “hastío de hombre”, porque sólo se
desea aquello que no se posee por esto una vez que se tiene, el hombre se
hastía de lo que ya posee y vuelve al círculo vicioso del consumo compulsivo
sin nunca poder encontrar la felicidad.
Cuando alguien se encuentra aislado, e incluso cuando por
algún motivo no sabe qué hacer con su vida, si no tiene en sí los medios para
hacer algo vital, para producir algo o para recobrarse, sentirá el hastío como
un peso, como una carga, como una parálisis que él no podrá aclarar por sí
sólo. El hastío es una de las peores torturas. Es un mal muy actual y que se va
propagando. El hombre víctima del hastío, sin medios para defenderse de él, se
siente como un ser muy deprimido.
¿Por qué la mayoría de los hombres no nota eso, la clase de
mal que es el hastío, cuán penoso es?
Me parece que la respuesta es simple: en la actualidad
producimos muchas cosas que se pueden obtener y con cuya ayuda logramos eludir
el hastío. Se ingieren píldoras tranquilizantes, o se bebe, o se va de un
cóctel a otro o se pelea con el cónyuge o uno se distrae con los medios masivos
o se entrega a actividades sexuales, todas con el fin de ocultar el hastío.
Muchas de nuestras actividades son intentos destinados a impedir que el hastío
llegue al nivel de la conciencia. Pero no olvidemos la desagradable sensación
que tenemos con frecuencia cuando hemos visto una película estúpida o por
cualquier otro motivo hemos tenido que reprimir nuestro hastío, el malestar que
sentimos al notar que eso era en verdad mortalmente aburrido y que no hemos
utilizado nuestro tiempo, sino que lo hemos matado.
Junto con la actitud comunista, el hombre moderno se
caracteriza por una pronunciada tendencia al hedonismo. El hombre, según los
hedonistas, esta sujeto a la soberanía del instante, la prevención, el anhelo
de un placer futuro lleva siempre consigo cierta inquietud e inseguridad.
La tendencia al hedonismo es la consecuencia más cabal del
desarraigo y el vacío que caracterizan al hombre moderno. En la vida del hombre
también se integra el hedonismo o placer de la vida diaria sean honestos o no
dichos placeres. El placer se convierte en una necesidad análoga, inconsistente.
El hedonismo constituye la atmósfera de la sociedad en que vivimos, una actitud
que no tolera ningún tipo de cuestiona-miento.
Pérdida del sentido de existencia
Si el hombre no le da sentido a su vida, éste va a la
deriva. El hombre contemporáneo ha perdido su brújula. Se ha ido vaciando existencial-mente.
Hemos perdido de vista nuestra finalidad.
Viktor Frankl desde el punto de vista médico nos ofrece un
diagnóstico: toma en cuenta la voluntad de sentido. En sus pacientes pudo ver
un "vacío existencial" y "pérdida del sentido de la vida".
Y ésta enfermedad es muy propia del hombre moderno.
Muchas personas se dan cuenta de éste vacío cuando tienen
todo (vida muy acomodada) y es entonces que se pregunta qué sentido tiene todo
eso.
El que vive en la frustración existencial ignora como
encarar el sufrimiento, no le encuentra sentido alguno.
Hombres v/s Animales
Lo que diferencia al hombre de los animales es la auto-conciencia: conoce lo que es él mismo y lo que es otra cosa. Con el tiempo,
el ser humano empezó a superar su dependencia de la naturaleza, comenzó a
influir en el mundo con su cerebro, capacidad imaginativa e ingenio, y se creó
su propio espacio vital. Se dieron épocas de "relativa abundancia",
en las que se superaron la pobreza y escasez, pero sin que fuera suficiente
para que todos participaran. Paralelamente a esta situación en que no todos
pueden acceder a la mesa o no pueden gozar de la abundancia, que llega hasta la
sociedad moderna, una minoría acaba dirigiendo la sociedad y teniendo el poder.
Fromm señala esta paradoja de una cultura que produce cierta abundancia de
bienes, pero al mismo tiempo mantiene la desigualdad y el conflicto bélico. Aún
peor es considerar esa situación como eterna e inmutable, como inherente a la
condición humana y social, algo que nos tiene que resultar inconcebible.
Sociedad Contemporánea
Con la Revolución Industrial que reemplazó la fuerza
mecánica por la energía natural (proporcionada por seres vivos), nació la
esperanza de que la abundancia llegara para todos. No hace falta aclarar que
nunca se produjo. Fromm menciona una segunda Revolución Industrial en la que se
reemplaza igualmente el pensamiento humano por la cibernética, por máquinas que
dirigen la producción y también a otras máquinas. Es en en esta fase en la que
consolida la enajenación. Esta nueva sociedad no solo ha creado abundancia de
bienes, también necesidades, no meramente las clásicas de querer comer, beber,
habitar en buenas casas, etc. Podemos observar continuamente la progresiva
intensificación de la propaganda y del carácter llamativo del envase. Los
deseos del ser humano no provienen ya de su fuero interno, sino que se suscitan y orientan desde fuera. Aunque se hable de personas que les vaya bien a nivel
material en este tipo de sociedad, resulta estremecedor observar la
multiplicidad de exigencias que deben satisfacer.
Sistema económico actual
En la nueva fase del capitalismo, se basa en la máxima
producción y el máximo consumo. En el siglo XIX, la economía se basaba todavía
en la máxima economización de los recursos, podía resultar en aquellos tiempos
inconcebible el comprar algo sin que se tuviera dinero, mientras que hoy en día
parece un bicho raro quien no gasta más de le necesario y no pide un crédito para
alguna cosa. Fromm describe esta situación de incontrolable aumento de consumo
como el advenimiento de una nueva religión, la del país de Jauja, en la que el
paraíso sería un enorme almacén en el que hay de todo, uno posee siempre el
dinero suficiente para comprarlo y, si es posible, tratando de tener más que el
vecino. Esta religión se produce porque la autoestima se mide por lo que uno
posee, si uno quiere ser el mejor debe tener lo máximo. No hay límite para esta
situación, la producción y el consumo irán en aumento a pesar de las cíclicas
crisis del capitalismo que mantienen los pilares siempre intactos, y el hombre
se verá empujado a la pasividad, la envidia y la avidez. Finalmente, acabará
cayendo en la debilidad, la sumisión y la impotencia. Si hay una frase que
refleja perfectamente esta situación es que el hombre vive solo como lo que
tiene, no como lo que es.
El amor a la vida (Erich Fromm)
biografía de Claudio Tolomeo
(O Ptolomeo; Siglo II) Astrónomo, matemático y geógrafo
griego. Es muy poca la información sobre la vida de Tolomeo que ha llegado
hasta nuestro tiempo. No se sabe con exactitud dónde nació, aunque se supone
que fue en Egipto, ni tampoco dónde falleció.
Su actividad se enmarca entre las fechas de su primera
observación, cuya realización asignó al undécimo año del reinado de Adriano
(127 d.C.), y de la última, fechada en el 141 d.C. En su catálogo de estrellas,
adoptó el primer año del reinado de Antonino Pío (138 a.C.) como fecha de
referencia para las coordenadas.
Tolomeo fue el último gran representante de la astronomía
griega y, según la tradición, desarrolló su actividad de observador en el
templo de Serapis en Canopus, cerca de Alejandría. Su obra principal y más
famosa, que influyó en la astronomía árabe y europea hasta el Renacimiento, es
la Sintaxis matemática, en trece volúmenes, que en griego fue calificada de
grande o extensa (megalé) para distinguirla de otra colección de textos
astronómicos debidos a diversos autores.
La admiración inspirada por la obra de Tolomeo introdujo la
costumbre de referirse a ella utilizando el término griego megisté (la
grandísima, la máxima); el califa al-Mamun la hizo traducir al árabe en el año
827, y del nombre de al-Magisti que tomó dicha traducción procede el título de
Almagesto adoptado generalmente en el Occidente medieval a partir de la primera
traducción de la versión árabe, realizada en Toledo en 1175.
Utilizando los datos recogidos por sus predecesores,
especialmente por Hiparco, Tolomeo construyó un sistema del mundo que
representaba con un grado de precisión satisfactoria los movimientos aparentes
del Sol, la Luna y los cinco planetas entonces conocidos, mediante recursos
geométricos y calculísticos de considerable complejidad; se trata de un sistema
geocéntrico según el cual la Tierra se encuentra inmóvil en el centro del
universo, mientras que en torno a ella giran, en orden creciente de distancia,
la Luna, Mercurio, Venus, el Sol, Marte, Júpiter y Saturno.
Con todo, la Tierra ocupa una posición ligeramente
excéntrica respecto del centro de las circunferencias sobre las que se mueven
los demás cuerpos celestes, llamadas círculos deferentes. Además, únicamente el
Sol recorre su deferente con movimiento uniforme, mientras que la Luna y los
planetas se mueven sobre otro círculo, llamado epiciclo, cuyo centro gira sobre
el deferente y permite explicar las irregularidades observadas en el movimiento
de dichos cuerpos.
El sistema de Tolomeo proporcionó una interpretación
cinemática de los movimientos planetarios que encajó bien con los principios de
la cosmología aristotélica, y se mantuvo como único modelo del mundo hasta el
Renacimiento, aun cuando la mayor precisión alcanzada en las observaciones
astronómicas a finales del período medieval hizo necesaria la introducción de
decenas de nuevos epiciclos, con lo cual resultó un sistema excesivamente
complicado y farragoso.
Como geógrafo, ejerció también gran influencia sobre la
posteridad hasta la época de los grandes descubrimientos geográficos. En su
Geografía, obra en ocho volúmenes que completó la elaborada poco antes por
Marino de Tiro, se recopilan las técnicas matemáticas para el trazado de mapas
precisos mediante distintos sistemas de proyección, y recoge una extensa
colección de coordenadas geográficas correspondientes a los distintos lugares
del mundo entonces conocido. Tolomeo adoptó la estimación hecha por Posidonio
de la circunferencia de la Tierra, inferior al valor real, y exageró la
extensión del contiente euroasiático en dirección este-oeste, circunstancia que
alentó a Colón a emprender su viaje del descubrimiento.
VIDEO DE PTOLOMEO
Entre las demás obras de Tolomeo figura la Óptica, en cinco
volúmenes, que versa sobre la teoría de los espejos y sobre la reflexión y la
refracción de la luz, fenómenos de los que tuvo en consideración sus
consecuencias sobre las observaciones astronómicas. Se le atribuye también la
autoría de un tratado de astrología, el Tetrabiblos, que presenta las
características de otros escritos suyos y que le valió buena parte de la fama
de que gozó en la Edad Media.
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